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El acompañamiento en las crisis matrimoniales como método de resolución de conflictos

Lo malo no es separarse, sino separarse mal

Hay muchos tipos de crisis matrimoniales o de pareja, algunas son puntuales, otras estructurales y otras, simplemente, acaban en separación o divorcio. En este artículo vamos a hablar de la importancia del acompañamiento en este último peldaño de la escalera como método de resolución de conflictos.

Causas principales de la separación o el divorcio

Según el IV Observatorio del Derecho de Familia de la Asociación de Abogados de Familia (AEAFA), la principal causa por la cual las parejas deciden divorciarse es «el desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo«. Esto se proyecta en las discusiones relativas al hecho de cómo educar a los hijos, así como en el sentimiento de abandono que genera uno, a consecuencia de la excesiva dedicación al trabajo del otro.

El segundo motivo es el desenamoramiento, que algunas veces coincide con una tercera persona y otras veces no. Seguido del desenamoramiento tenemos las dificultades económicas, las discrepancias que surgen a raíz de la crianza y educación de los hijos, la excesiva presencia de las respectivas familias, la irritabilidad, la incompatibilidad, las adicciones y la violencia de género.

Lo interesante de este estudio es que nos demuestra que las personas necesitamos expresar, liberar, soltar, y todo esto para poder sanar. Desde 2005, en España no hace falta acreditar ninguna causa para poder separarse o divorciarse, dejando atrás las «causas legalmente previstas» como podían ser el alcoholismo, la infidelidad o el trastorno mental. La cuestión es que, aun así, sin ser necesario justificar ninguna causa, las personas siguen contando, siguen abriéndose en canal para que la persona que les acompaña y asesora, pueda entenderlas y empatizar con ellas.

Patrones de actuación

Los patrones de actuación en caso de separación o divorcio dependen de muchos factores, como la causa que los ha provocado, si ha sido de mutuo acuerdo o no, si hay hijos de por medio o no, entre otros. A pesar de eso, sí que hay un conjunto de tendencias muy generalizadas en estos casos.

En la separación o el divorcio se pierde la estructura de estrategia vital, así como muchas relaciones familiares y sociales; lo que implica una necesidad, o mejor dicho, una obligación, de redefinirse a uno mismo y borrar el imaginario que se tenía anteriormente. Esto muchas veces lleva a una situación en la cual ambas partes culpan a la otra con tal de justificarse a sí mismos.

La importancia de un buen acompañamiento y asesoramiento

Las crisis matrimoniales o de pareja generan una necesidad de liberar sentimientos contenidos, los cuales muchas veces no nos dejan actuar de manera racional y objetiva. Estos sucesos no dejan de ser favorables para uno mismo, en la medida que es vital soltar todo lo que se ha reprimido por tanto tiempo y empezar a vivir en coherencia entre lo que se siente, se piensa y se hace. A pesar de eso, la ira, la frustración, el miedo, la incertidumbre, la desesperación, o muchos otros sentimientos negativos, pueden llevarnos a tomar decisiones exageradas que pueden perjudicar mutuamente a las partes.

Es por eso que la intervención de terceras personas resulta imprescindible para asesorar y acompañar a las personas que se encuentran en esta situación, con altruismo y humanidad, desde la sensibilidad y el tacto que requieren estos trámites. Contar con un buen profesional al lado puede ayudar a emprender el proceso desde la calma y la tranquilidad, tomando las decisiones correctas motivadas por el bien común, tanto desde el enfoque legal como emocional y psíquico, e incluso físico.

Últimas consideraciones

Retrocediendo a preguntarnos cuáles son las causas principales de separación o divorcio, cabe destacar la importancia de saber identificar qué nos pasa como primer paso para empezar a hacer las cosas bien. Solo sabiendo que sentimos, que nos ha dolido y que hemos hecho mal, podemos desarrollar un proceso de divorcio o separación desde el amor, colaborando sin prejuicio y velando por los intereses de cada uno y sobre todo de los hijos, en su caso.

Desde Farré Abogados te acompañamos y asesoramos en cualquier trámite relacionado con el matrimonio y su disolución. Contacta con nosotros, te ayudaremos en todo lo que necesites, porque recuerda: lo malo no es separarse, sino separarse mal.

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